“Porque parir es pasar de un estadio a otro. Es un quiebre espiritual. Y, como todo rompimiento, duele. El parto no es una enfermedad para curar. Es el pasaje a otra dimensión”
(La maternidad y el encuentro con la propia sombra. Laura Gutman, Argentina 2001)
Antiguamente las familias vivían en comunidades o redes. Las mujeres veían cómo sus hermanas, cuñadas, tías, vecinas,… daban a luz, amamantaban o criaban a sus hijos. Podían utilizar esa información más tarde en su propio proceso, pero todo eso se ha perdido.
Maternidad y familia
Más allá del parto
Existe la preparación al parto o el plan de parto y fin, como si todo se detuviese ahí. Pero ese momento es solo la apertura a un gran cambio y requiere al menos, la misma atención.
El cambio físico, mental, hormonal y emocional que atraviesan las mujeres es tan grande, que a todas, en mayor o menor medida nos afectar.
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Expectativas
Pero socialmente esto no se tiene en cuenta y se espera que al poco de dar a luz, las mujeres sigamos actuando como antes, a todos los niveles.
Ante esta presión social y la falta de información sobre el proceso, son muchas madres, las que se desconectan completamente de sí mismas y de los cambios necesarios que están ocurriendo. Otras no se reconocen o sienten culpa o vergüenza. Este es uno de los motivos que hace que el tabú sobre el posparto perdure a día de hoy. No hablamos sobre nuestra experiencia porque no queremos sentirnos juzgadas por sentir, pensar o hacer algo fuera de lo socialmente aceptado. Ni si quiera nos sentimos cómodas para abrirnos con otras mujeres que están pasando por lo mismo, y es un círculo sin fin.
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Apertura
Está en nuestra mano parar esto, es un trabajo de toda la comunidad, dar espacio, escucha, comprensión y apoyo a todas las madres puérperas.
En Microescuelas el puerperio, tiene un lugar importante. Los talleres de postparto que se hacen de forma periódica, aportan toda esa información que nadie nos cuenta y son un espacio seguro para compartir y conectar.